Apple ha perdido a un genio creativo y visionario, y el mundo ha perdido a un extraordinario ser humano.
Aquellos que tuvimos la suerte de conocer y trabajar con Steve hemos perdido a un amigo, una guía y una fuente de inspiración. Steve deja una empresa que solo él pudo haber construido, y su espíritu seguirá siendo siempre el espíritu de Apple..